
Nunca he sido muy partidario de toda la parafernalia que rodea a los grupos de música, ni siquiera de los que me gustan, aunque parte de eso ha cambiado con el paso del tiempo. Al principio solo tenía interés en la música en si, en cierto modo cuándo has sido adolescente en los 80 y discos destinados a ser leyenda aparecían todas y cada una de las semanas del año, apetecía más escuchar esa música que saber lo que había detrás de ella. Aparte de que ya sabemos que el relato de las cosas justo en el momento que suceden, suele estar sometido a presiones y condicionantes que acaban siendo más fuertes que la verdad.
El tiempo da perspectiva de las cosas, y aunque el paso del tiempo suele vestir los recuerdos de algo de creatividad, permite aproximarse a los hechos que sucedieron con una menor carga de tener que aparentar y con menos apego al que dirán. A lo hecho, pecho y esas acciones del pasado son las que han hecho posibles este presente.
Cuatro décadas contemplan a tres de los grupos que están entre los favoritos de muchos, Pet Shop Boys, el único grupo del que me puedo considerar fan legítimo, Depeche Mode y New Order. Obviamente hay libros que hablan de los tres, y en detalle más profundo, pero la idea que nació en la cabeza de mi amigo Pablo Ferrer, fue más allá, y reconociendo los paralelismos, coincidencias y personas comunes que rodean a estas tres bandas, que todavía en 2022 siguen ahí, hacer el relato de como ha sido ese camino desde que eran unos jóvenes que nadie conocía, a convertirse en los músicos que hoy día no tienen que demostrar nada a nadie.
Ya no solo por el interés que me generaban los grupos, si no por que conozco la manera de trabajar de Pablo aunque sea solo de refilón, sabía que el trabajo que estaría detrás del libro sería ingente. Una documentación brutal que avala las afirmaciones de cada uno de los capítulos, redactados de forma clara y consiguiendo enlazar los hechos y circunstancias que rodean a tres grupos sin agobiar en la lectura.
Y lo que es más importante para mí y lo que me ha hecho disfrutar mucho del libro y porque no decirlo que me haya llevado más tiempo que otros el leerlo, ahora si, he sentido la necesidad de saber las circunstancias que llevaron a la creación de esos discos, a esas obras que yo escuchaba en apenas 40 o 50 minutos y que detrás llevaban un trabajo, unas vivencias, unas risas, llantos, ira, cariño una avalancha de sentimientos que aunque se perciben, nunca llegan del todo a ese álbum.
Hay veces que he comprado un libro o un disco por apoyar a una persona que aprecio, y obviamente aquí hay algo de eso, pero decir que lo hice por eso o incluso que ese era el porcentaje mayor de la motivación para traerlo a mi casa, no sería cierto. Por supuesto que algo de eso había, pero la obra tiene interés por si misma para mí, y me ha hecho volver a disfrutar y volver a interpretar un montón de los discos que andan en mis estanterías y que me han alegrado tantos momentos.

Gente con más saber y por tanto con más influencia, ya han glosado las cualidades de este libro, así que hacedles caso, y todos aquellos que seáis fans del synth pop o incluso solo de alguno de los grupos que aparecen, dadle una oportunidad, oiréis esos discos que llevan tanto tiempo con vosotros con un oido nuevo.